¿Por qué es necesario el 8M?

Las mujeres españolas cobran un 12,2% menos que los hombres, según el informe titulado ‘Análisis de la Brecha Salarial de género en España’, elaborado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y PwC.

Las mujeres tienen un 30% menos de probabilidades de ser citadas a una entrevista de trabajo que los hombres con las mismas características, según concluye el estudio ‘¿Tienen las mujeres menos oportunidades de ser contratadas?’, publicado por el Observatorio Social de “la Caixa”.

Las mujeres desempleadas mayores de 55 años aumentan en un 147% en España en la última década, según se desprende del ‘VI Informe #EmpleoParaTodas’ elaborado por la Fundación Adecco. El mismo estudio además señala que cerca de 5 millones de mujeres en edad laboral se encuentran en riesgo de exclusión o pobreza.

Tres titulares que hacen referencia a tres estudios publicados esta semana con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Todos ellos centrados únicamente en el ámbito laboral. Y solo tres, a modo de ejemplo. Ni qué hablar de las 9 mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va de año… Entre otras (muchas) cosas. ¿Y todavía hay quienes se preguntan el por qué del 8M?

Las desigualdades en el mundo laboral

Las mujeres han desempeñado –y continúan haciéndolo– un papel fundamental en todos los ámbitos de la vida. La inserción en el mundo laboral supuso uno de los grandes logros, fruto de las históricas luchas a las que se enfrentaron no hace mucho tiempo atrás.

Hoy en día el desempleo femenino en España es casi cuatro puntos mayor que el masculino, ocupando así el segundo puesto de paro femenino de Europa, solo por detrás de Grecia. Además, muchas de las condiciones siguen siendo más precarias que las del hombre debido a una mayor contratación temporal.

Otra de las situaciones con las que tienen que lidiar las mujeres en mayor medida es con la conciliación. En el último trimestre de 2018 más de 320.000 mujeres dejaron su trabajo a jornada completa para cuidados no remunerados, frente a los 16.400 de hombres que lo hicieron. Entonces, ¿hay o no hay igualdad?

Pues bien, no todo es tan negro como parece. También hay datos positivos. El ritmo de crecimiento de las trabajadoras autónomas aumentó en un 2,6% respecto al año anterior, frente al 1,2% de los hombres.

Las mujeres seguirán esforzándose en contribuir en el mercado laboral, así como en el resto de las esferas sociales. Las dificultades no solo no las frenarán, sino que las alentarán a seguir construyendo un mundo más equitativo.

Pero miremos al mundo con optimismo. Solo hace faltar echar la mirada atrás y ver cómo las cosas han evolucionado; en su mayoría, positivamente. Sin embargo, los datos  nos demuestran el no tan corto camino que aún queda por recorrer.

Por eso, hoy y siempre, ¡Feliz Día, Mujer!

Florencia Moya - Periodista y colaboradora de medios de comunicación de Diaconia Madrid